11.07.2014 - SEVILLA

Algunas de las familias huidas de Estepa piden ayuda a la Unión Romaní

En estado de extrema necesidad acuden a nuestra sede en Sevilla. Carecen de vivienda y hasta de medios para poder comprar comida para los niños

 


Manuel García Rondón (con camisa azul), recibe a las familias de Estepa en la sede de Unión Romaní en Sevilla / Unión Romaní

El secretario general de la Unión Romani, Manuel García Rondón, se ha reunido con algunos miembros de las familias afectadas por los incidentes acaecidos en Estepa. Concretamente han sido tres familias cuyas viviendas se  han visto afectadas por el incendio provocado tras la manifestación celebrada en la citada localidad el pasado sábado día tres. La reunión se ha producido a instancias de los propios afectados, quienes se pusieron en contacto con nuestra organización solicitándonos ayuda. Como no podía ser de otra forma les hemos recibido inmediatamente.

Independientemente de los hechos acontecidos, conocidos por todo el mundo, y de los que ellos han ofrecido su propia valoración, lo que más les preocupa es la situación en la que se encuentran estas tres familias formada por un total de 12 personas, entre ellos 3 menores.

Nosotros queremos manifestar que estas personas están desesperadas. Han abandonado sus casas precipitadamente y ahora, según nos dicen, no tienen donde dormir ni que comer. Están sin ropa con la que cambiarse y subsisten gracias a la solidaridad que han encontrado en algunos ciudadanos y familiares que viven en Sevilla.

Desde nuestra organización en Andalucía, nos hemos comprometido a mediar en el conflicto. Para ello acudiremos a las diferentes administraciones públicas y a las ONG del tercer sector para recabar de ellas las ayudas imprescindibles que permitan paliar la situación de emergencia por la que atraviesan estas familias.

Sabemos que en estos momentos la opinión pública está fuertemente conmocionada. La Unión Romani ya hizo pública su posición y a ella nos remitimos. Ahora tan solo queremos llamar la atención de la opinión pública para que sea indulgente con quienes en tantas ocasiones han sufrido las consecuencias de las culpas propias y ajenas. Es hora de hacer justicia, pero también es hora de la conmiseración y la fraternidad para aquellos que son también víctimas de la exclusión y la marginalidad arrastrada desde hace tantos años.

 

(Unión Romani)

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