24.03.2014

Se fue el presidente que siempre ayudó y respetó al pueblo gitano.
Te avel lohki leski phuv! Sasa baro Manuš


Adolfo Suárez, en una imagen de 2002 / EFE

Desde la Unión Romani queremos unirnos al dolor que hoy experimentan la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles por la pérdida del que fue uno de los principales artífices de la transición española, al tiempo que queremos manifestar a su familia nuestro pésame más sentido.

Y aquí podría terminar este comunicado que no por su brevedad deja de ser menos fiel a nuestros sentimientos. Pero tenemos necesidad de decir algo más. Don Adolfo Suárez y junto a él un reducido número de sus ministros mostraron, desde el primer día de su acción de gobierno en democracia, un especial interés por conocer y resolver los infinitos problemas que acosaban a nuestro pueblo.

Bajo el mandato del presidente Suárez accedió al Congreso de los Diputados el primer y único gitano español, Juan de Dios Ramírez-Heredia, que ha tenido el inmenso honor de ayudar en el proceso de la transición y a la redacción de la Constitución Española. Desde nuestra organización podemos dar testimonio del especial interés que tenía el presidente en que se respetara no solo lo que Juan de Dios Ramírez-Heredia representaba, sino su propia identidad ideológica que siempre respetó y jamás censuró.

El presidente Suárez fue el impulsor de la creación de la Comisión Interministerial para el estudio y atención del Pueblo gitano, Comisión de la que fue Principal responsable el Dr. Calvo Buezas, extremeño universal y gitano entre los gitanos.

El presidente Suárez favoreció y dio impulso a las llamadas “Escuelas Puente”. Con un 80% de analfabetismo gitano en el año 1977 había que poner en marcha una acción de choque en la que había que invertir no solo recursos económicos, sino mucha imaginación.

Bajo su presidencia se dio impulso a un programa que puso fin a otra de las lacras que nuestro pueblo venía padeciendo desde tiempos inmemoriales: la falta de papeles. Muchos de nuestros antepasados no habían pasado por el Registro Civil. Y sin papeles no existíamos ni teníamos derecho a ningún género de prestación. Costó esfuerzo, pero los frutos hoy lo recogen nuestros hijos.

Y bajo la presidencia de Adolfo Suárez, tras una histórica intervención del presidente de la Unión Romaní en el Congreso de los Diputados, toda la Cámara, la derecha, la izquierda y el centro votaron favorablemente la eliminación de tres artículos del Reglamento de la Guardia Civil que eran abusivos y contrarios a la dignidad que como ciudadanos gitanos y españoles merecíamos.

Se ha ido un gran hombre de Estado, un político excepcional, pero sobre todo se ha indo una gran persona que fue capaz, en todo momento, de conectar con la gente sencilla, con los más necesitados. Los gitanos españoles, en aquellos años duros y llenos de incertidumbre le consideramos como algo nuestro.  Por eso hoy, con infinito dolor, sentimos en el alma que algo nuestro se nos ha ido.

Nos consuela, eso sí, que como decimos todos los gitanos del mundo a la hora de dar el pésame en nuestra lengua, la Providencia le habrá destinado un lugar de privilegio entre todos los grandes hombres: Te avel lohki leski phuv! Sasa baro Manuš (1).

 

Manuel García Rondón

Secretario General de Unión Romaní

 

1. Literalmente: “Que su tierra le sea amable con todos los grandes hombres”

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