02.09.2013

Claves del éxito de la doctrina evangelista entre los gitanos

Por Marcos Santiago


En 20 años una etnia de tradición católica ha sido enamorada por la doctrina evangelista y, sin pasar por alto la experiencia religiosa, también hay que analizar este éxito en clave social. Dice una vieja letra flamenca que "al niño, antes de leche, dale cariño"; lo que diferencia esta arrolladora evangelización es que nunca antes se dio tanto protagonismo a ovejas tan, nunca mejor dicho, históricamente secundarias en los planes burocráticos de Dios.

Los administradores de la palabra forman parte de este pueblo y predican en un lenguaje tan humano como familiar. Y es que es normal la credibilidad creada cuando algo tan importante como el perdón y el amor se dejan en manos de uno de los tuyos. No exagero si os digo que el nivel cultural de los gitanos analfabetos se multiplica por infinito en cuanto a la memorización y, lo que es más difícil, comprensión de las escrituras bíblicas, sobre todo, cuando se les encomienda formación para ser pastores.

Esto lo escribo porque lo he visto con un chico que conocía desde mocito que no sabía hacer la o con un canuto y cuando lo vi predicar en lo alto del púlpito me quedé pasmado con la sabiduría y profundidad filosófica de su mensaje. Los flamencos avanzan culturalmente y se normalizan socialmente gracias a la iglesia evangelista a una velocidad inédita.

Decía Valle Inclán que la comunicación en la realidad podía darse desde tres posiciones: desde arriba, desde abajo o de tú a tú. Los gitanos se sienten más valorados que nunca, pues hablan con Cristo de tú a tú. Y eso salva a cualquiera.

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