10.08.2013 - REPÚBLICA CHECA

Vivir en la República Checa se está convirtiendo en un infierno para los gitanos

Algunos sectores proponen suprimir el derecho a voto de los pobres.

 

Vivir en la República Checa se está convirtiendo en un infierno para los gitanos. Desde 2008, las agresiones violentas se han multiplicado en pequeñas ciudades como en Litvinov en 2008,  en Rumburk en 2011 o en Duchcov hace apenas unas semanas tal como señalamos seguidamente. Pero lo peor es que en menos de un año ya son tres los gitanos muertos como consecuencia de estas agresiones. Solo en el año 2012, se contaron dieciséis manifestaciones racistas contra los gitanos. Los ataques se dirigen también contra los homosexuales, los musulmanes y los símbolos judíos.

 

Una manifestación antigitana acaba con fuertes enfrentamientos con la Policía y 22 detenidos

Lo hemos sabido gracias a la emisión en español de Radio Praga a través de una crónica firmada por Carlos Ferrer.
Sucedió en Duchcov, históricamente llamado Dux, que es una ciudad en el Distrito de Teplice en la Región de Ústí nad Labem de la República Checa. El ultraderechista Partido Obrero por la Justicia Social convocó una manifestación antigitana que acabó días pasados en una batalla campal entre los manifestantes racistas y la policía antidisturbios.

Los racistas eran más de mil y envalentonados quisieron ir al barrio donde viven los gitanos para atemorizarles porque en ese momento se celebraba otra manifestación paralela, ésta en contra del racismo de la sociedad checa hacia sus ciudadanos de etnia gitana.

Con muy buen criterio la policía impidió que los manifestantes de extrema derecha, militantes del Partido Obrero por la Justicia Social, de orientación filofascista, abandonaran el recorrido establecido para la manifestación e internarse en el barrio gitano de la ciudad.

“Dejadnos pasar, queremos pasar”, gritaban con inusitada violencia. “Queremos ir hasta las casas donde viven los gitanos”

La situación desembocó en el enfrentamiento abierto de varios manifestantes ultraderechistas con la Policía. Los antidisturbios reaccionaron con cargas contra los congregados, cañones de agua y gases lacrimógenos, lo que dio lugar a una batalla en las calles de Duchcov que se saldó con varios heridos, de ellos dos manifestantes, un periodista y 11 policías. También resultaron dañados 11 vehículos policiales.

Por su parte, la manifestación convocada por la asociación Konexe protestaba contra el asesinato de un gitano en la vecina Teplice el mes pasado, presuntamente por odio racial.

Tanto Duchcov como Teplice se encuentran en la región de Ústí nad Labem, en el norte de Bohemia, una región con alto desempleo y consecuentemente numerosos problemas de convivencia.

 

Siguen las manifestaciones de la extrema derecha contra los gitanos

Esta vez nos hemos enterado por Luttet Ouvrière que el pasado día 31 de julio nos alertó diciéndonos que en České Budějovice se ha producido la concentración  de un millar de neonazis, que rápidamente se convirtió en una marcha de 300 personas hacia un barrio de viviendas populares donde viven miembros de la comunidad gitana.

La policía, que estaban al tanto de las intenciones de los organizadores de ir a linchar a los gitanos, dejó organizarse la manifestación. No intervino ante los brazos en alto, los "Sieg Heil" o los gritos de  "Gasear a los gitanos", y dejó la marcha moverse por la ciudad. Solo intervino en el último momento, cuando los atacantes llegaban al barrio.

  České Budějovice, una ciudad situada en el sur de Bohemia, es un ejemplo del tipo de zonas industriales golpeadas por la crisis actual, el desempleo, el deterioro de los servicios sociales y de los medios de transporte y de los cierres de hospitales y escuelas. La brecha entre ricos y pobres ha crecido rápidamente, ─dice Luttet Ouvrière─ y la corrupción se ha multiplicado: un caldo de cultivo propicio para las frustraciones que los políticos de extrema derecha que han explotado rápidamente, animando con  sus palabras o su pasividad  el odio hacia los gitanos, las personas sin hogar, los desempleados.  Hablan incluso  de suprimir el derecho de voto a los pobres.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente de Unión Romaní

 

 

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