11.12.2012

Andaluces gitanos

Por Marcos Santiago

Pilar Távora acaba de estrenar en Canal Sur un programa distinto a los realizados con ese tipo de contenidos por cadenas que la mayoría de las veces solo buscan la audiencia que provoca lo negativamente llamativo contribuyendo por tanto al fracaso de la igualdad de oportunidades que consagra la democracia. Dicho espacio es como un penalti social a favor de la normalización, impedida por esa maldita imagen nefasta que permanece enquistada dirigida por el boca a boca que provoca la TV. El programa es fresco, serio y certero: se limita a enseñar y mostrar profesionales de toda rama laboral con nombre y apellidos que además llevan a gala su pertenencia étnica. Todos sabemos que en todas partes hay personas buenas y malas personas pero no es menos cierto que siempre se ha publicado que en la antigua raza de cobre y bronce las personas honradas eran la minoría de la minoría; no es así. Como ejemplo cercano, la venta ambulante está ocupada por una mayoría gitana pero lo que no saben muchos es que dicha actividad está totalmente regularizada y por tanto, por esa regla de tres, ya pueden imaginar que una mayoría de esta raza es honrada porque tiene un trabajo que también lo es. El desconocimiento apoyado por la información tendenciosa es lo que ha propiciado la arbitrariedad y la presunción negativa respecto a este grupo social que es genuinamente nuestro porque está indisolublemente unido a la historia y progreso de Andalucía. Piropeo el programa pero espero que en un futuro no sea necesario mostrar que los gitanos tienen la sangre roja. Y el cerebro gris.

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