01.02.2012

Entrevista a José Cortés 'Pansequito':
“Al final, lo que de verdad importa es que uno que no te conoce te oiga y diga, ¡olé!”


José Cortés Jiménez, 'Pansequito' (Felipe Guzmán)

Llevamos una temporada de “boom” Pansequito. Cantaor legendario que se ha hecho oír recientemente junto a otros compañeros en reivindicaciones gremiales y que, a la vez, viene recogiendo premios, todos de mucho peso, a lo largo de la geografía flamenca. Hablamos con José Cortés Jiménez (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1946) antes de la presentación del “Bankia 2012”, festival que le rendirá homenaje y le entregará el Galardón "Calle de Alcalá".

 

Hasta que hemos cuadrado la fecha para poder hablar…, tienes el móvil echando humo

“Pues sí, que siga. Es buena señal. Son muchos años en esto y se va reconociendo. Además, con esto del Galardón “Calle de Alcalá”, me acuerdo de todas las vivencias en Madrid, y me gustará volver por allí. Es la capital del flamenco”.

 

¿Sigue siéndolo?

“Sin duda. Mira, tú puedes cantar fenomenal, que ahora hay cantaores, guitarristas y bailaores muy buenos. Pero si no pasas por Madrid y triunfas allí no puedes decir que eres alguien en esto con garantías de vivir de ello. Es un poco como en el toreo, que Sevilla da el prestigio y Madrid da el dinero. Si triunfas un año en estos sitios, tienes gran parte de tu carrera hecha. Es clave”.

 

A Madrid llegaste joven, muy joven

“Yo creo que fui el más joven de los cantaores que estuvo por allí esos años, sin ser madrileño. Había guitarristas y bailaores de bastante corta edad, pero cantaores… Llegué con quince años a “Los Canasteros”. Manolo Caracol había pedido un cantaor joven para su tablao y le hablaron de mí. Fuimos en tren un montón de gente desde Cádiz a Madrid. Íbamos Cepero, la Perla, María Vargas, que es la tía de mi mujer María, Terremoto…fueron ¡tres días de viaje! Ahora lo ves y lo recuerdas con cariño. En el tablao de Caracol fui el primero en cantar, conmigo se inauguró el primer número. Una soleá para bailar, no fue fácil porque mi especialidad eran las bulerías… Madrid fue mi primera casa. Allí estuve viviendo veinte años y eso cala hondo. Fue un tiempo bonito”.

 

La época de Cepero, Camarón…

“Gente con personalidad que creía en lo que hacía. Con José, cuya viuda es prima-hermana mía viví muchas experiencias, todos lo sabéis”.

 

¿La precariedad de entonces llega a ser comparable con la que se está empezando a ver ahora?

“Yo creo que no. Eran peores las fatigas de entonces, lo que ocurre es que eres niño y no te das cuenta. Lo ves todo de una forma diferente. Cuando eres mayor tomas conciencia de la realidad y te afecta de otra manera. De todos modos creo que esta es la música más importante de este país, porque es nuestra, autóctona, y siempre resistirá. Ahora hay muy buenos guitarristas, bailaores y cantaores y esto tiene que continuar. Quizá lo que pase ahora es que todos quieren llegar a ser estrellas de la noche a la mañana y eso no puede ser”.

 

Tú fuiste cuatro veces superventas

“De mi disco Tápame-tápame se llegaron a vender quinientas cincuenta mil copias. Estamos hablando de los años setenta, en medio del fenómeno de Entre Dos Aguas de Paco de Lucía o de Lole y Manuel, y en aquella época vendí todo aquello. Recuerdo que me ponían en las listas con Steve Wonder o Luis Llach y yo alucinaba”.

 

¿De qué te sientes más orgulloso?

“Yo creo que de la personalidad que he aportado. Hoy se puede hablar de unas bulerías, una soleá o unas alegrías de Pansequito. Y creo que además no son fáciles de hacer. He sido artista, y es lo importante. He podido gustar a todos. Porque al final, lo que cuenta es que alguien que no te conozca, te oiga y diga ¡ole!”.

 

Después de la tormenta de los premios y festivales ¿llegará la calma?

“No, porque estoy en el “fregao” del próximo disco. Lo voy haciendo despacito. Será en conmemoración de mis cincuenta años como artista. Mis bodas de oro. Quiero retomar cosas, ideas y temas de mis discos del pasado, que en total tengo treinta y dos, y añadir otras cositas nuevas. Tenía en mente que participase Enrique de Melchor pero qué pena. Se nos fue uno de los grandes guitarristas de este país. Aparecerá también Cepero… en fin, mi gente”.

 

(Pablo San Nicasio Ramos; De Flamenco)

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