29.09.2008

Mi amistad con Mario Maya.

Por Juan de Dios Ramírez-Heredia

A veces las malas noticias vienen así, de sopetón, sin esperarlas. Iba yo subido en un autobús, camino de Zafra, donde los gitanos del lugar celebraban la inauguración de su famosa feria. Aquella noche debía pronunciar unas palabras para ellos y para el pueblo de Zafra. Y fue en ese autobús donde me enteré de la muerte del gran maestro, del gitano inigualable, de la persona honesta y trabajadora que fue durante su vida.

Mi relación con Mario Maya no ha sido larga en el tiempo aunque sí intensa últimamente por las motivaciones que a ambos nos unían en la defensa de la cultura gitana y especialmente del arte flamenco, en el que tan importante lugar ocupamos. Mi sintonía con Mario era total. Quiero conservar con infinito cariño las palabras que me dedicó cuando la Universidad de Cádiz me honró nombrándome Doctor Honoris Causa.

Por eso hoy la tristeza se hace presente en nuestra organización y en todo el mundo gitano que conoció a Mario Maya.

Descanse en paz el genio que junto a Carmen Amaya estarán formando ya la pareja más sublime en el horizonte azul de un cielo sin fronteras que sólo puede ser un cielo gitano

Volver