La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia, la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea emiten un comunicado conjunto en ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial – 21 de Marzo

     27.03.2008 / Hoy conmemoramos los trágicos sucesos de 1960 en Sharpeville, que dio lugar a la adopción de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial de las Naciones Unidas (1). En este simbólico día, nosotros –la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa, y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea– nos unimos para hacer un llamamiento a los partidos políticos para combatir el racismo. Como dijo Nelson Mandela, llamamos a los líderes para que construyan “una sociedad de la que toda la humanidad esté orgullosa”.
     Nuestras organizaciones condenan conjuntamente todo discurso que difunda ideas de superioridad en cuanto a la raza, el color, la lengua, la religión, la nacionalidad, o el origen nacional o étnico. El discurso racista es contrario a la igualdad básica de todas las personas.
     La percepción generalizada sobre las diferentes minorías, culturas y religiones, así como las actitudes hacia temas como la inmigración, la integración y la lucha contra el racismo están, en buena medida, influenciados por el discurso político. Si los representantes políticos denuncian públicamente los actos y los incidentes racistas, pueden desempeñar un papel muy positivo para promover el respeto y la comprensión mutuos en la sociedad, y pueden tener un impacto significativo a la hora de distender las tensiones.
     El discurso político racista contribuye a deshumanizar a los individuos, denigra a ciertas etnias, grupos religiosos o culturales, de modo que perpetúa estereotipos y crea un clima donde puede surgir la violencia racista. El discurso político racista, antisemita y xenófobo ya no es el único dominio de los partidos políticos extremistas, pero se encuentra en todo el entorno político de muchos países. Tal desarrollo puede llevar a la legitimación y la trivialización de este tipo de lenguaje. La preocupación por el incremento del discurso racista de los políticos, se ha reflejado en numerosos informes, sentencias y documentos aprobados por el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Organización de Seguridad y Cooperación Europea.
     Basándonos en los actuales estándares y los acuerdos con nuestras organizaciones y, a la luz de la Carta de los Partidos Políticos Europeos para una Sociedad No-Racista (2), la cual podría servir como un anteproyecto para otras iniciativas similares, apelamos a todos los líderes políticos para un mandato duradero en la lucha contra la intolerancia y la discriminación. Así pues, nosotros:

  • Llamamos a los líderes políticos para que defiendan los derechos humanos básicos y los principios democráticos y que rechacen cualquier tipo de violencia, incitación al odio o al acoso racial, y cualquier forma de discriminación racial;
  • Llamamos a los partidos políticos para que asuman responsabilidades con las cuestiones sensibles relacionadas con la raza, el origen étnico o nacional y la religión;
  • Alentamos a los partidos políticos para que adopten políticas concretas contra todas las formas de racismo y xenofobia en sus programas de partido;
  • Alentamos a los partidos políticos para esforzarse a tener una representación considerable de minorías raciales, étnicas, nacionales y religiosas entre y en todos los niveles de los regímenes de sus partidos;
  • Instamos a los representantes políticos que actúen responsablemente y que se abstengan de dar explicaciones simplistas con connotaciones racistas, antisemitas y xenófobas a los complejos problemas o fenómenos sociales, políticos y económicos;
  • Recomendamos a los partidos políticos que trabajen juntamente con la sociedad civil para combatir el racismo y la xenofobia y que constituyan alianzas para combatir este objetivo.

 

Notas:


(1) El Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra anualmente el 21 de marzo. En esta fecha del año 1960, la policía abrió fuego y mató 69 personas durante una manifestación pacífica en Sharpeville, Sud-África, contra el apartheid de las Leyes de Paso (Pass Laws). En 1966 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama este Día haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para intensificar los esfuerzos con el fin de eliminar todas las formas de discriminación racial.

(2) La Carta de los Partidos Políticos Europeos para una Sociedad No-Racista se firmó el 25 de septiembre del 2003 por el Presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y el Presidente del Parlamento Europeo. La Carta llama a los partidos políticos para que actúen con responsabilidad cuando se traten cuestiones relacionadas con la raza, el origen étnico y nacional y la religión. El Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia, el precursor de la Agencia de los Derechos Fundamentales, fue partícipe de la creación de la Carta. La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia adoptó, en marzo de 2005, una Declaración sobre el uso de elementos racistas, antisemitas y xenófobos en el discurso político, haciendo referencia a la Carta.

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