Más de 100 mujeres gitanas han sido esterelizadas
a la fuerza en Eslovaquia

     1.3.2003 / Las mujeres romaníes están siendo coartadas o forzadas para que se sometan a procesos de esterilización por parte de los servicios sanitarios del Gobierno del este de Eslovaquia, según un informe, realizado por el Centro de Derechos Reproductivos y ‘Poradna pre obcianske a ludské práva’, en colaboración con la investigadora Ina Zoon. Se han realizado 230 entrevistas en profundidad con mujeres gitanas en 40 asentamientos en el este de Eslovaquia. La investigación documenta graves violaciones de los derechos humanos contra las mujeres gitanas en Eslovaquia, incluyendo cerca de 110 casos en que las mujeres han sido coartadas o forzadas a la esterilización, o han recibido fuertes indicaciones para que fueran esterilizadas. El informe también documenta el extenso racismo y los abusos verbales y físicos hacia estas mujeres en los hospitales públicos, que incluyen la denegación a los pacientes del acceso a sus informes médicos, así como la segregación de las habitaciones, las salas de maternidad, las salas de descanso y las comodidades para la comida.
Ágata, que tiene 28 años y es de Svinia, habla sobre haber sido coercitivamente esterilizada: "los doctores vinieron y me llevaron al quirófano (para una sección C) y me anestesiaron. Cuando estaba durmiéndome, una enfermera vino, me cogió la mano entre las suyas y me firmó algo. No sé lo que era. No pude comprobarlo porque no sé leer, y sólo sé cómo firmar. Cuando salí del hospital, me explicaron que no podría tener más hijos. Antes estaba muy bien de salud, pero ahora siempre me duele algo. Muchas infecciones".
    "Estas prácticas atroces violan los derechos humanos y el Gobierno eslovaco debe reconocer públicamente estas violaciones, realizar una investigación y perseguir a sus responsables", dijo Christina Zampas, consejera legal para Europa del Centro de Derechos Reproductivos. "El derecho a la salud, a la integridad física, a la autodeterminación y a la no discriminación están protegidos tanto por las leyes nacionales como las internacionales; proteger y cumplir con los derechos humanos de todos los ciudadanos, y especialmente los más vulnerables, es el deber del Gobierno eslovaco", añadió Zampas.
Alexandra, de Richnava, habla sobre la segregación racial en los Hospitales Públicos de Eslovaquia: "En el Hospital Krompachy, hay habitaciones separadas para los romà, hay tres habitaciones gitanas, una ducha y un aseo para nosotros, mientras que las mujeres blancas tienen su propio cuarto de baño. Las mujeres blancas pueden ir al comedor pero las gitanas no pueden comer allí. En la habitación gitana, ni tan sólo hay un cubo para la basura. Es como un campo de concentración".
     "El sistema sanitario maternal eslovaco discrimina a las mujeres gitanas en casi todos los aspectos" dijo Barbora Bukovská, Directora Ejecutiva de ‘Poradna pre obcianske a ludské práva’. "Es inaceptable que esto esté ocurriendo en el corazón de Europa, ha estado sucediendo desde el periodo de transición y continúa. Urgimos al Gobierno eslovaco a que termine rápidamente con estas prácticas", añadió Ina Zoon, quien realizó el informe.
    El citado informe, titulado ‘Cuerpo y Alma: Esterilización forzada y otros asaltos en la libertad reproductiva de los romà en Eslovaquia’, da varias recomendaciones al Gobierno en vías de solucionar estas violaciones. El informe está basado en una misión de encuentro de hechos que se llevó a cabo en Eslovaquia en 2002. Para este informe se entrevistaron mujeres (gitanas y no gitanas), especialistas en obstetricia, ginecólogos, administradores de hospital y funcionarios del Gobierno.
    La práctica de la esterilización forzada nace de la política racista instituida bajo el régimen comunista que ofrecía incentivos económicos a las mujeres que se esterilizaban, una política que tenía por objetivo a las mujeres gitanas. Esa política fue formalmente rescindida hace una década pero desafortunadamente perdura. Como futuro Estado-miembro de la Unión Europea, Eslovaquia se ha comprometido con la "norma de la ley, los derechos humanos y el respeto y la protección de minorías" como se requiere por los criterios de ampliación de la Unión Europea.

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